Sistema de salud alemán un ejemplo a seguir

Sistema de salud alemán, un ejemplo a considerar

Con la urgencia que tenemos por lograr una reforma que haga eficiente y menos costoso al sistema de salud, vale la pena ver cómo le han hecho otros países.

Por: Maribel R. Coronel.

CDMX.- Con la urgencia que en México tenemos por lograr una reforma que haga eficiente y menos costoso nuestro sistema de salud, vale la pena voltear a ver cómo le han hecho otros países.

Carlos Jiménez, director general en México de B. Braun, una de las más antiguas empresas alemanas enfocada en dispositivos médicos, nos invita a ver el sector salud de Alemania.

Con una población de 82 millones de habitantes, Alemania tiene unos 1,000 hospitales en un territorio menor al de México. Un punto: Ninguno tiene menos de 80 ó 100 camas. No hay consultorios que pretenden ser hospitales.

Otro: ningún hospital está cercano a otro; o si llega a suceder, todo se arregla para que uno se concentre en una especialidad y el otro se enfoque en otra. Si alguien quiere abrir un nuevo centro de hemodiálisis en cierta zona donde ya opera uno, no se lo permiten, pero puede elegir otra zona donde aún no hay cobertura.

Así diriges las inversiones que necesitas para generar infraestructura a la zona donde aún no hay cobertura, puntualiza el directivo que vivió y trabajó por muchos años en la sede de B. Braun en Alemania. Ésta es una regulación reciente allá, lo cual evita la duplicidad de esfuerzos, algo que en México padecemos comúnmente, pues es demasiado costoso y de lo más ineficiente.

En las últimas dos décadas, Carlos Jiménez se ha desempeñado en América Latina y hoy está concentrado en México. Su experiencia cercana con cada sistema le permite comparar y visualizar que no sería difícil para nuestro país implantar medidas concretas para ser eficiente y transparente en atención médica.

En el esquema alemán, con sólo esos dos aspectos –que los hospitales sean de no menos de 80 camas y que no haya hospitales cercanos atendiendo las mismas afecciones- se genera especialización de instituciones y eficiencia. Aparte, incentiva la competencia; el paciente puede elegir el hospital donde atenderse.

En Alemania, un hospital puede ser operado por el municipio o por el Estado o por una universidad o por empresas privadas. Al final el tema no es quién es el propietario y quién opera, porque el recaudador se sienta con las asociaciones que operan hospitales para pagarles en función de los pacientes atendidos.

Ello se negocia en un diálogo una vez al año conforme a un catálogo de costos de cada intervención médica. El precio se define, no en función de quien da el precio más barato, sino de qué resultados logra con sus pacientes.

Y es que, como dice Carlos Jiménez, si se sabe invertir la medicina no tiene por qué ser cara.

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